*Pruebas de laboratorio: análisis de sangre y orina, niveles de oxígeno en
sangre, para valorar la gravedad o la necesidad de ingreso hospitalario.
*Radiografía de tórax: es preciso realizarla ante la sospecha de neumonía en
todos los pacientes, independientemente del medio donde se estudien (centro de
salud u hospital), y de que ingresen o no en un hospital. Es útil para
establecer un diagnóstico, así como para precisar la localización y extensión
del proceso y las posibles complicaciones.
*Otras técnicas no invasivas: en el caso de los pacientes con ingreso hospitalario,
se recomienda la recogida de muestras de sangre, orina y esputo (moco que
aparece con la tos), con el objeto de realizar cultivos que permitan
identificar el germen causal antes de iniciar el tratamiento antibiótico.
*Técnicas invasivas: solo en casos de neumonías graves o que no
respondan al tratamiento inicial.
*Toracocentesis: punción a través de la pared torácica para extraer
muestras de líquido o liberar líquido acumulado en el pulmón a causa de la
infección.
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